Pero yo digo al Señor: "Tú eres mi Dios"; Escucha, Señor, el clamor de mi súplica; Señor, mi Señor, mi ayuda poderosa; Señor recubre mi cabeza en el momento del combate. No satisfagas los deseos del malvado.
(...)
Yo sé que el Señor hace justicia a los humildes
y defiende los derechos de los pobres.
Los justos darán gracias a tu Nombre
y los buenos vivirán en tu presencia.
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